Los “ríos de piedras” son acumulaciones de bloques de
cuarcita que pueden alcanzar cada uno de ellos los cinco metros de largo, casi
siempre son de forma aplanada que forman “ríos” o “abanicos” encima de un cauce
dispuestos al azar. Se han hallado algunos de varios kilómetros de largo y unos
dos kilómetros de ancho que se angostan a medida que baja la pendiente.
Los estudiosos del tema concluyen que los “ríos de
piedras” se formaron durante el Pleistoceno
bajo condiciones periglaciares cuando el congelamiento y el descongelamiento y
la solifluxión eran mucho más intensos que en la actualidad” (Greenway,
1972). Los bloques que conforman los “ríos de piedra” son producto de la
meteorización y erosión de las cuarcitas expuestas sucedidas en los valles
donde están ubicados. Muchos de los “ríos” están cubiertos de vegetación, sobre
todo de turba, y los alambrados hechos por los pobladores sobre ellos no han
tenido desplazamientos, lo que determina que actualmente estos fenómenos
geológicos permanecen inmóviles.
Se ha observado que algunos "ríos de piedras"
poseen afluentes como si fuera un sistema fluvial clásico e incluso, en algunos
casos, se escucha un sonido de corrimiento de agua como si hubiera un arroyo
que no puede verse a simple vista. Se extienden, por lo general, por las
laderas de los peñascos y terminan acabando en el mar.
En la Isla Soledad
estas formaciones son más abundantes debido a mayor intensión del plegamiento
en esta zona.
Vocabulario:
Periglaciar: un ambiente de clima frío, no glaciario, caracterizado
por los ciclos de congelamiento y descongelamiento que afectan a las rocas y a
la parte superior del suelo.
Pleistoceno: es la primera de la era cuaternaria o neozoica, o, según
escuelas, la primera de período cuaternario de la era cenozoica, se extiende
desde hace unos 2 millones de años hasta hace unos 10 000 años.
Solifluxión: La solifluxión (flujo de
suelo) consiste en un desplazamiento
que afecta a una masa de fango desplazada sobre un basamento estable. Afecta
únicamente a los materiales arcillosos susceptibles de transformarse en fango
por el aumento de su contenido en agua líquida, lo que provoca un cambio de
densidad, del peso y del volumen, que favorece el desplazamiento a lo largo de
la pendiente. Al
transformarse en fango, la propia lámina que se desplaza colmata los huecos y
suaviza las irregularidades de la pendiente, lo que reduce la resistencia del
sustrato al desplazamiento.
Fuentes:
GEOMORFOLOGÍA PARA TODOS (Facebook)
https://books.google.com.ar/books?id=wu2lCrmqJ3sC&pg=PA47&lpg=PA47&dq=malvinas+rios+de+piedra&source=bl&ots=Tu2os9_vNW&sig=uTmbDU4Gd8Mu3yAZRaWIuVoi3